La estadounidense Dorothy Draper fue la inventora de lo que hoy conocemos como interiorismo.

Durante los años 20, su marido y ella se dedicaban a comprar casas y revenderlas, Dorothy, una joven de la alta sociedad neoyorquina, comenzó así a customizar cada vivienda y darle un estilo propio. Sus clientes le animaron a montar un negocio de decoración, al que llamó Architectural Clearing House, la primera tienda de decoración de USA. Las grandes fortunas de América, acudían a Dorothy para que realizara proyectos integrales en sus casas, convirtiéndose así en la interiorista de la clase alta americana.

Una imagen de Dorothy Draper

“If it looks right, it is right” era su eslogan decorativo y bajo esa filosofía lleno los espacios más exclusivos de su país de un estilo que más tarde se conocería como el Nuevo Barroco, con molduras de yeso extravagantes, paredes paneladas, suelos de damero negros y blancos,  espejos llamativos, colores vibrantes y pomposos, y su color más utilizado: el cabbage pink.

La sala «Victorian Writing Room», situada en el Hotel Greenbrier

Dorothy echaba a volar su imaginación, e intentaba alejarse de un estilo aburrido y plano, distanciándose de lo convencional. Atreverse a incorporar el “toque Draper”  era osado y emocionante. Sus referencias históricas y exquisito gusto en la decoración responden a  los viajes que realizaba junto a su familia por Europa, donde pudo observar los distintos estilos históricos, que se aplicaban en el exterior e interior de los edificios y se inspiraba en ellos para crear sus propuestas exuberantes e innovadoras.

“The Quitandinah Palace&Casino Resort”, en Petrópolis

Fue toda una revolución en la decoración, muchos a día de hoy la comparan dentro del sector del interiorismo, a lo que Coco Chanel es en el mundo de la moda. Dorothy, se convirtió en un auténtica referencia, era seguida, y reclamada para hacer grandes proyectos, llegó a diseñar decorados de películas, teatros, interiores de aviones, diseñaba telas, para Schumacher y hasta diseño una línea de automóviles para Packard y Chrysler en los años 50 .

The Greenbrier, West Virginia

En 2006, Dorothy Draper fue la protagonista de una muestra celebrada en el Museo Ciudad de Nueva York, convirtiéndose en la primera interiorista en recibir un homenaje de estas características.